sábado, septiembre 18, 2010

EL PAPA A LOS JOVENES

                                              
"Queridos jovenes amigos:
Gracias por vuestra calurosa bienvenida. "El corazon habla al corazon"cor ad cor loquitur-. Como sabeis, he elegido estas palabras tan queridas para el Cardenal Newman como el lema de mi visita. En estos momentos en que estamos juntos, deseo hablar con vosotros desde mi propio corazon, y os ruego que abrais los vuestros a lo que tengo que decir:
Pido a cada uno, en primer lugar, que mire en el interior de su propio corazon. Que piense en todo el amor que su corazon es capaz de recibir, y en todo el amor que es capaz de ofrecer. Al fin y al cabo, hemos sido creados para amar. Esto es lo que la Biblia quiere decir cuando afirma que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios: Hemos sido creados para conocer al Dios del amor, a Dios que es Padre, Hijo y Espiritu Santo, y para encontrar nuestra plena realizacion en ese Amor Divino que no conoce principio ni fin.
Hemos sido creados para recibir amor, y asi ha sido. Todos los dias debemos agradecer a Dios el amor que ya hemos conocido, el amor que nos ha hecho quienes somos, el amor que nos ha mostrado lo que es verdaderamente importante en la vida. Necesitamos dar gracias al Señor por el amor que hemos recibido de nuestras familias, nuestros amigos, nuestros maestros, y todas las personas que en nuestras vidas nos han ayudado a darnos cuenta de lo valiosos que somos a sus ojos y a los ojos de Dios.
Hemos sido creados tambien para dar amor, para hacer de el la fuente de cuanto realizamos y lo mas perdurable de nuestras vidas. A veces esto parece lo mas natural, especialmente cuando sentimos la alegria del amor, cuando nuestros corazones rebosan de generosidad, idealismo, deseo de ayudar a los demas y construir un mundo mejor. Pero otras veces constatamos que es dificil amar; nuestro corazon puede endurecerse facilmente endurecido por el egoismo, la envidia y el orgullo. La Beata Teresa de Calcuta, la gran misionera de la Caridad, nos recordo que dar amor, amor puro y generoso, es el fruto de una decision diaria. Cada dia hemos de optar por amar, y esto requiere ayuda, la ayuda que viene de Cristo, de la oracion y de la sabiduria que se encuentra en su palabra, y de la gracia que Él nos otorga en los Sacramentos de su Iglesia.
Este es el mensaje que hoy quiero compartir con vosotros. Os pido que mireis vuestros corazones cada dia para encontrar la fuente del verdadero amor. Jesus está siempre allí, esperando serenamente que permanezcamos junto a Él y escuchemos su voz. En lo profundo de vuestro corazon, os llama a dedicarle tiempo en la oracion. Pero este tipo de oracion, la verdadera oracion, requiere disciplina; requiere buscar momentos de silencio cada dia. 

A menudo significa esperar a que el Señor hable. Incluso en medio del "ajetreo" y las presiones de nuestra vida cotidiana, necesitamos espacios de silencio, porque en el silencio encontramos a Dios, y en el silencio descubrimos nuestro verdadero ser. Y al descubrir nuestro verdadero yo, descubrimos la vocacion particular a la cual Dios nos llama para la edificacion de su Iglesia y la redencion de nuestro mundo.
El corazon que habla al corazon. Con estas palabras de mi corazon, queridos jovenes, os aseguro mi oracion por vosotros, para que vuestra vida de frutos abundantes para la construccion de la civilizacion del amor. Os ruego tambien que receis por mi, por mi ministerio como Sucesor de Pedro, y por las necesidades de la Iglesia en todo el mundo. 

Sobre vosotros, vuestras familias y amigos, invoco las bendiciones divinas de sabiduria, alegria y paz."
    (Noticia tomada de ACIPRENSA.COM)