sábado, enero 12, 2013

POR QUE NO SE QUEMARON?







Cuando el Huracan Sandy llego el 30 de Octubre 2012 al area de Breezy Point, Queens, New York.  se generaron incendios por corto circuitos que arrasaron mas de 80 viviendas hasta los cimientos. 
En medio de toda esta devastacion quedaron intactas estas dos imagenes, una de la Virgen Milagrosa y otra de San Antonio de Padua.
Por que no se quemaron?

miércoles, enero 02, 2013

SANTISIMO NOMBRE DE JESUS


    El Santísimo Nombre de Jesús se celebra el 2 de Enero

Emblema o monograma que representa el Santisimo Nombre de Jesus consiste de las tres letras: IHS. En la Edad Media se escribia: IHESUS
Honramos el Nombre de JESUS porque nos recuerda todas las bendiciones que recibimos a traves de Nuestro Santo Redentor.
 Para agradecer estas bendiciones reverenciamos el Santo Nombre, asi como honramos la Pasion de Cristo honrando Su Cruz (Colvenerius, "De festo SS. Nominis", ix). Descubrimos nuestras cabezas y doblamos nuestras rodillas ante el Santisimo Nombre de Jesus.
Asi se cumple la palabra de San Pablo: "Para que al Nombre de Jesus toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos." (Fil 2, 10).
El da sentido a todos nuestros afanes, como indicaba el emperador Justiniano en su libro de leyes: "En el Nombre de Nuestro Señor Jesus empezamos todas nuestras deliberaciones". 
Invocado con fe y confianza:
Brinda ayuda a necesidades corporales, segun la promesa de Cristo: "En mi nombre expulsaran demonios, hablaran en lenguas nuevas, agarraran serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hara daño; impondran las manos sobre los enfermos y se pondran bien" (Marcos 16, 17-18). 
Los Apostoles dieron fuerza a los lisiados (Hechos 3, 6; 9, 34) y vida a los muertos (Hechos 9, 40).
Da consuelo en las aflicciones espirituales: le recuerda al justo el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.
Nos protege de Satanas y sus engaños, ya que el Demonio teme el Nombre de Jesus, Quien lo ha vencido en la Cruz.
En el Nombre de Jesus obtenemos toda bendicion y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: "lo que pidais al Padre os lo dara en mi Nombre." (Juan 16, 23). Por eso la Iglesia concluye todas sus plegarias con las palabras: "Por Jesucristo Nuestro Señor", etc.
Un especial devoto del Santisimo Nombre fue San Bernardo, quien hablaba de El con especial ardor en muchos de sus sermones. Pero los promotores mas destacados de esta devocion fueron San Bernardino de Siena y San Juan Capistranofue gracias a los esfuerzos de San Bernardino que la costumbre de añadir el Nombre de Jesus al Ave Maria fue difundida en Italia y de ahi a la Iglesia Universal. 
Llevaron consigo en sus misiones en las turbulentas ciudades de Italia una copia del monograma del Santisimo Nombre, rodeado de rayos, pintado en una tabla de madera, con el cual bendecian a los enfermos y obraban grandes milagros. Al finalizar sus sermones mostraban el emblema a los fieles y les pedian que se postraran a adorar al Redentor de la humanidad.
Les recomendaban que tuviesen el monograma de Jesus ubicado sobre las puertas de sus ciudades y sobre las puertas de sus viviendas (cf. Seeberger, "Key to the Spiritual Treasures", 1897, 102). 
Se encuentra por primera vez en una moneda de oro del siglo VIII: DN IHS CHS REX REGNANTIUM (El Señor Jesucristo, Rey de Reyes). Algunos equivocadamente sostienen que las tres letras son las iniciales de "Jesus Hominum Salvator" (Jesus Salvador de los Hombres).

Los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de su Sociedad, añadiendole una cruz sobre la H y tres clavos bajo ella.  Significaba "In Hoc Signo Vinces" (En Esta Señal deben Conquistar), palabras que, de acuerdo a un registro muy antiguo, vio Constantino en los cielos bajo el signo de la Cruz antes de la batalla en el puente Milvian (312)-
Tambien Urbano IV y Juan XXII concedieron una indulgencia de treinta dias a aquellos que añadieran el Nombre de Jesus al Ave Maria o se arrodillaran, o por lo menos hicieran una venia con las cabezas al escucharlo. (Alanus, "Psal. Christi et Mariae", i, 13, and iv, 25, 33; Michael ab Insulis, "Quodlibet", v; Colvenerius, "De festo SS. Nominis", x).